jueves, 2 de julio de 2015

Morbo

Ya después de los años no es tan histriónico el tiritón esquizofrénico que te da un poquito antes del orgasmo. Ese barco ya zarpó.

En el caótico espiral eterno, digno de fibonachi en el que vivimo no quea espacio pa' darse lujos como no tener un morbo. Mira si todos los viejos aternaos que caminan por la conde se rompen el frenillo masturbándose en algún momento del mes mirando en pantalla fría del computador a sus dioses paganos.

Tonce niña, cuando usté' me pregunta porque ando meo cojo por el paseo ahumada, es porque pa llegar a fin de mes tengo que usar un cuchillo.

miércoles, 29 de octubre de 2014

La ruleta

Te conocí por casualidad, en un lugar en el que estaba por casualidad lo que creó un hechizo más poderoso en mi piel . Tiemblo en cada letra de incertidumbre y demencia pero no hace frío. Tecleo tecleo, presiono más teclas de las que quiero. 

¡Quién eres!, lo grito incesante en mi mente. Mis demonios rebotan en todos los rincones de mi cráneo. Me estiro y me recojo como gelatina barata. Miro la pantalla y veo una cara que no se ve pero que me mira y yo miro esos ojos que no se pueden mirar esperando que sí. Desapareces.

Rompes mi rutina mental con tus apariciones. Me desespero por tus identidades y las "a" y las "o" en cada palabra y mis temblores y tus certezas y las "o" y de nuevo los temblores. De nuevo los temblores. 

Y desapareces y exploto. 

Emerjo.  

Exploto.

 Se aprietan mis ideas en las garras del cuervo y las escondo porque hacen mal. Siento los calambres de incertidumbres y me encierro en mis escudos y mis sombras, eres una ruleta sin victorias en mi mente. 

¿Te conocí realmente?.

jueves, 2 de octubre de 2014

El cuervo y el picaflor


 Llevo una vida común, existen preocupaciones que se solucionan ocupándose nada más, tengo necesidades que se satisfacen rápidamente y te tengo a ti. Te tengo todo el tiempo encerrada en una pequeña jaula en mi cabeza, eres como ese picaflor que se escabulle fácilmente de mi cuervo y que aun bajo las sombras puedes verlo acecharte. Cada uno de sus gritos destroza las paredes de mi cráneo, ansioso por poder volar a encerrarte en sus alas, está convencido de que es más grande que tú, que es más fiero que tú.

 Magnánimo espectáculo que es verte revolotear en mi imaginación, eres un enjambre de pensamientos condensado en esos ojos que me miran con decepción, que yo miro de vuelta con entusiasmo y valentía. Hasta que llega el cuervo, se para en mi hombro, magullado por sus garras, te vuelves a tu jaula. Ya no puedo mirarte, ya no puedes aletear, mi tortura negra y alada ya no puede alcanzarte. Hasta que duerma y comience la persecución de nuevo, seré espectador hasta que encuentres la salida o más bien decidas ir hacia ella. 

 

lunes, 1 de septiembre de 2014

A la chica que alguna vez amé

Me levanto, no. Me levanto, no. Me levanto, ahora si. Busco la toalla y prendo la radio, Mirada soñolienta que busca tus ojos, no los encuentra. Miro la foto con un poco de polvo en el mueble, mira la mirada de mi otra mitad. Esta me devuelve la mirada agraciada, con el cariño de siempre, sin saber que no quiero el cariño de siempre, pero la miro con gusto, quizá sea la única mirada que obtenga de esos ojos.

Voy a la ducha con mis pies lustrando la alfombra alérgica a las escobas y ahora pienso en mi viejo, todas sus historias de juventud y arrepentimientos de cobardía y ya no quiero se cobarde y pienso en ti de nuevo y ya no quiero ser cobarde y pienso en ti y soy cobarde, luego, miro la foto y sigo cobarde, miro tu mirada y sigo cobarde.

salí de la ducha, el agua exterminó los pensamientos soñolientos, estoy lúcido, vivo y vigoroso. Miro mi café y me hundo en los pensamientos de un futuro feliz contigo, de cuanto extraño tu preciosa sonrisa y tu voz sabor crema. Veo tus ojos en reflejo de los míos en el reflejo del café, cierro los ojos para dejar de ver los tuyos y recorrer tu frente, caer por tu pelo y pasearme por tu cuello. Abro los ojos un segundo, miro por la ventana, en silencio, miro de nuevo el café, te veo y cierro los ojos para seguir perdiéndome en tu cuerpo eterno.

Me levanto de la mesa, giro lentamente, para ir a pudrirme a una clase que no me interesa verdaderamente. Justo cuando me alejo dejo caer la taza, golpea el suelo, explota la taza, explota tu mirada. Despierto.

Miro la foto polvorienta en el mueble.

Me levanto, no. Me levanto, no. Me levanto, no.


jueves, 8 de mayo de 2014

Rata santiaguina

Tengo tantas cosas buenas en la vida: familia, amor, éxito y sin embargo me siento vacío, nada me sacia. Aparento felicidad, pero, ¿para que aparento? la última vez que revisé, no estaba en mi libreta el intentar impresionar a los demás. Entonces vuelvo al principio, estoy atrapado en la monotonía de la vida diaria y no soy lo suficientemente valiente como para escapar de ella. Nada me motiva más allá de mi sillón.

Quisiera tener alguna buena historia que contar pero lo más emocionante que me ha pasado hoy fue tener que correr para alcanzar a subirme al último segundo en un metro atiborrado de gente igual de vacía que yo. Soy lo que justamente odio.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Hoy

Hay gente que siempre se siente rica, millonaria, hoy yo me siento vacío, me siento el más pobre de todos, siento ganas de llorar porque estoy muy solo, porque soy  un ser androgeno y  no me importa si a este texto le falta algun acento, no me importa si alguien lee esto, para mi esto es solo una forma de vaciar mi vacio. De sentirme más solo de lo normal, porque estoy solo. Aveces tengo ganas de atarme. Lo unico que me aferra al mundo real es mi familia que creo que me ama. Creo.

Tengo miedo a vivir y ninguna frase en negro con letras blancas y la foto de un idolo me hace cambiar de opinion. Hoy tengo miedo de vivir, hoy tengo miedo de confiar en la gente.

sábado, 18 de mayo de 2013

¿Qué?, no

No estoy siempre seguro, pero casi nunca si. Ahora soy un carroñero, me devoro mi propia existencia, me lleno a mi de miedo. Recordaré recordarlo siempre, perdón, lo intenté, ¿qué?, no.

¿Puedes contármelo tú?, si, no recuerdas, ¿qué?, ¿no?. Entonces conté la historia. En ese tiempo cuando el viento soplaba libre los lindes lleno de instinto, en un viejo sótano, imposible más sucio, tanto que ni siquiera inmundo seria suficiente. ¿Recordó el olor?, ¿que?, no. El frío lamiendo cada hueso de su vana existencia, ahí estaba usted contando sus dedos como si uno fuera a desaparecer. Pero si desapareció.

Desapareció, sus ojos ciegos no lo vieron más, pero en ese momento otras cosas aparecieron, como accidente para usted, pero como plan para mí. Había creado un carroñero. Me pregunta que paso, la vida pasó. ¿Qué?, no. Si, ahora, consuma su existencia caballero, aquí no hay lujos, no hay piedad, no hay control. Solo usted y su hambrienta conciencia. Hambrienta de usted.